Pero no solo el dorsal y nombre que lleve a la espalda son claves a la hora de comprar una camiseta, también lo es su diseño. Cuando llegó Cristiano al Real Madrid, allá por el año 2009, se llegó a decir que solo con las camisetas con su nombre vendidas el primer mes, ya se habían rentabilizado los 94 millones que costó. En muchos casos, incluso no tiene por qué ser una de las tres equipaciones para los partidos, ya que los equipos también lanzan al mercado otro tipo de prendas como polos, chándales o gorras, con una finalidad menos deportiva y más enfocada a un look casual, camiseta de italia 2022 pero cuyos diseños gustan más que las indumentarias que se lucen en los terrenos de juego.