La del Inter muy elegante, la del Atleti gris claro es fea y poco lucida (ya no entro en que se asemeje al blanco), la de la «Cultu» es cutre (efectivamente para una despedida de soltero valdría) pero han conseguido que se hable de ellos que es lo que querían. La selección alemana es una de las pocas que se ha atrevido con un cambio más osado en su primera equipación.