El primero de ellos, en 2004. Nos ubicamos en la Eurocopa que organizó aquel verano Portugal y en la que, contra todo pronóstico, la modesta Grecia logró llevarse el título ante la anfitriona en el Estadio de la Luz de Lisboa por 0-1 gracias a Angelos Charisteas. Un país con mucha tradición futbolística y uno de los más antiguos del mundo -disputó su primer partido hace 106 años, en 1906 ante Argentina- que tuvo que esperar hasta el 2015 para lograr su primer título.